El anillo y es legal.

Eso creo. El piso está echo de mosaicos calcáreos de colores, y el mobiliario son unas cómodas sillas de madera con respaldo, revestidas con la tenue iluminación de lámparas colgantes, es tan bonito, intimo que hace que mía nervios se concentren más pues estaremos solos él y yo sin ninguna distracción a la que acudir cuando su mirada penetrante empiece a analizarme. No me puedo quedar viendo las cortinas como me quedaría viendo los hermosos zapatos rojos de alguna chica y usarlo como excusa , aunque debiera agradecerlo pues no quiero pecar de maleducada en una cita de trabajo.

El mesero me muestra una mesa íntima. Solo para dos personas. Con una vista preciosa a la montaña. Me siento y muerdo mi labio ansiosa. El hombre me sirve un delicioso Capuchino y me da una carta. No elegiré nada hasta que el señor McMillan llegue. Sería mala educación. El mesonero me indica que el señor McMillan acaba de llegar. Sonrío fingido. Él se retira y minutos después la cortina se abre. Enseguida su perfume impregna el lugar. Él entra y me sonríe. Camina hasta mí. Ahora sí creo que tiembla toda mi anatomía. Él se sienta.

— señorita Willians— saluda. El mesonero toma su portafolios y el entonces toma también una carta.

—croissants está bien Augusto y un café cargado por favor — dice. Yo finjo serenidad. Y pido lo mismo que él.

— ¿ Cómo está señorita Williams?—pregunta por fin tras mostrarme una sonrisa amable.

—¿ estoy bien y usted?— pregunto.

— bien , y ahora que usted ha decidido aceptar mi propuesta mucho mejor, pero comamos señorita y luego le muestro el contrato. Es importante que lo lea con atención — sugiere. Asiento y entonces el mesero trae los desayunos. Comemos en silencio y finalmente él pide su portafolio y saca un documento que me entrega.

Empiezo a leer los términos.

Duración del contrato nupcial: un año a partir de la fecha de la boda.

*Prohibido formar vínculos entre los implicados de este contrato. Está expresamente prohibido enamorarse.

* No habrá intimidad entre los implicados en este contrato a menos que ambos estén de acuerdo. En ese caso se evitará la concepción de hijos.

*La contratada no tendrá acceso al dinero más allá del que se le proporcionará por el contratante .

* Este contrato de matrimonio solo durará un año y en el momento del divorcio la contratante no tendrá acceso a ningún bien ni propiedad, únicamente su pago por el trabajo cuyo monto está expuesto al final de estas clausulas.

*El contratante será quien va a decidir cuáles serán los motivos del divorcio, la contratada estará totalmente de acuerdo con dichos términos.

*La contratada no podrá bajo ningún motivo mantener relación alguna fuera del matrimonio. El contratante podrá tener citas clandestinas inclusive en su propia casa y se asegurará de no ser visto para no exponer el acuerdo matrimonial de ninguna forma...

En este punto alzo la mirada, lo miro. — que conveniente para usted este punto — digo. Él no dice nada, vuelvo a leer lo que sigue.

* La contratada no podrá tener citas con ninguna otra persona ni dentro ni fuera de la casa. Esto se tomaría como incumplimiento de contrato.

* La contratada estará siempre disponible en tiempo y forma como el contratante lo requiera.

* La contratada deberá cumplir un acuerdo de absoluta discreción.

*Al terminar este contrato la contratada firmará un acuerdo de alejamiento del contratante para evitar futuras desavenencias.

* La contratada debe vestir siempre de forma adecuada y digna del título que obstentara desde el mismo momento que firme este contrato.

Alzo mi mirada sorprendida. Lo miro y hace un gesto un poco arrogante.

Vuelvo a leer los términos. Entonces al terminar alejo la hoja indicándole que ya lo leí.

— ¿crees que alguno se te haga un poco difícil de cumplir?— pregunta y aunque soy un poco tímida la verdad es que cuando alguien me hace molestar mi lengua se desata. Es inevitable.

— seguramente piensa que cumplir la cláusula de no enamorarme se me dificultará un poco ...— digo y sonríe de medio lado. — tal vez crea que por tener que verlo sin franela cada día, en ropa interior cada mañana o tal vez por estar en su casa se sienta en el derecho de pasearse desnudo por ella entonces yo como toda chica con la que usted trata caeré rendida ante sus encantos ,pero no señor, soy fuerte, podré controlar eso. Puede usted dormir tranquilo — digo . Él suelta una risa impresionado y mira para los lados. Entonces me mira nuevamente.

— hay que ser realistas señorita , las mujeres suelen ilusionarse rápido y crear todo un mundo de ensueño en su cabecita, esa cláusula es de suma importancia pues no deseo romper su corazón— abro mi boca indignada.

— entiendo. Pero como le dije no tiene de que preocuparse... además señor McMillan usted no es mi tipo de persona—rio sintiéndome regia. Su gesto es de indiferencia. — y se que usted tampoco correrá el riesgo de enamorarse, duermo con pijamas grandes, no me paseo desnuda por la casa y tampoco soy la muñeca con senos operados y botox en la mitad del cuerpo como las que seguro usted prefiere. Así que por ese lado estamos bien ¿ Cierto?— pregunto. Él sonríe.

— me agrada su actitud señorita Willians—dice. Suspiro serena.

— no poder hacer uso de su dinero no me afecta, es su dinero, solo que cumpla usted con el pago acordado por mi trabajo—digo. Él asiente. — y no tengo intenciones de salir con nadie menos estando casados, no pondré en entredicho mi reputación — Él respira hondo y vuelve a sonreír.

— creo que nos estamos entendiendo—me dice. El camarero trae vino. Él lo agradece. Él camarero me sirve un poco.

— gracias... ah, cuando dice vestir adecuadamente ¿ A qué se refiere usted? ¿ Cree que mi ropa no lo es?

— siendo sinceros no lo es . Será la esposa de un empresario millonario. Debe lucir a la altura— dice.

— me gusta mi ropa.

— le gustará más su nuevo armario , ya verá— dice. Suspiro.

— Hay una última pregunta¿ Que dirá para justificar nuestro divorcio?— él suspira. Prueba su vino.

— no sé, tal vez que usted fué infiel , ya se me ocurrirá algo que no manche mi apellido— agarro aire.

— ¿y mi nombre? No me gustaría que me señalaran— digo.

— no sé preocupe por eso señorita, con el dinero que obtendrá podrá irse lejos, lo olvidará y créame , nadie recordará lo que hizo— dice. Me impresiona su capacidad para responder a cada una de mis inquietudes con frases tan faltas de empatía.

— entonces señorita, dígame si aceptará o no—pregunta por fin. Díos no se si sea lo mejor. Pero pienso en mamá , en nuestra situación. Asiento. Tomo el bolígrafo y firmo con un poco de temblor. Entonces le entrego el documento. Él sonríe satisfecho. Entonces llama a su mesero. Este se acerca.

— traigalo Augusto — dice sin dejar de mirarme. Hago gesto curioso. El mesero se va y vuelve rápidamente. Le entrega un estuche que el pone frente a mi.

— hagámoslo como es señorita Williams—dice y abre el estuche. Es un precioso anillo. Me mira y sonríe dulce. — señorita Williams, ¿ Se casaría usted conmigo?—pide. Sonrío nerviosa. Pero se que solo es actuación. Pero se siente tan real. Él pone el anillo en mi dedo. Lo miro absorta. Él sonríe.

— es legalmente mi novia, puede ir al penthouse... espere mi llamada—dice. Se levanta satisfecho. Y se va.

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