Volví tan rápido cómo pude a Canadá. Tanto a Kara cómo a mí se nos quitaron las ganas de festejar. Pero volví con la frente en alto. Pedir perdón fué lo más sensato que hice en muchísimo tiempo. Nuestro amor no comenzó del mejor modo, entiendo que no terminara bien. Entonces en Canadá intenté por todos los medios olvidarme de Phill para siempre. En primera me enfoqué en trabajar por mi cuenta. Empecé a tocar piano por las noches en un prestigioso restaurante. Gattis me recomendó y ahora acompaño a cantantes , ellos ponen su voz y yo la melodía. Los fines de semana hago visitas a hospitales para ayudar en lo que pueda, así que he aprendido a curar heridas, a bañar ancianos y cualquier cosa que se requiera como voluntaria. Y cada quince días voy a ver a Teresa. La pequeña no me olvidó y yo recordé el lazo que me unió a ella desde el primer momento.

Y así se pasan los días. Al trabajar en el restaurante he tenido que aprender a lucir siempre muy bien, ropa muy elegante, peinados impecabl