Olivia se cruza con Emilio y se enamora perdidamente de él. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando despierta en una habitación desconocida, sin tener recuerdos de cómo llegó allí. Llena de temor, toma la decisión de escapar y comienza una búsqueda incansable para reconstruir su vida desde cero. Para evitar ser reconocida por Emilio, su esposo, Olivia deja de tomar su medicación para las tiroides, lo cual resulta en un aumento significativo de peso. Este cambio físico le permite ocultarse y pasar desapercibida. Pero un año después, se encuentra frente a frente con una versión completamente transformada del hombre que le arrebató su libertad. Ahora, Olivia se enfrenta a una encrucijada emocional, donde debe confrontar sus sentimientos encontrados y decidir si puede superar el amor que alguna vez sintió por alguien que la engañó y la mantuvo cautiva. ¿Será capaz de encontrar el coraje necesario para dejar atrás su oscuro pasado y reclamar su libertad? En esta intensa historia, Olivia se enfrentará a su propio viaje de autodescubrimiento y redención.
Leer más—Amiga, ¿por qué no le das una oportunidad? Seguro que te divertirás más de lo que crees. Además, no tienes que preocuparte por el dinero, no es lo más importante en este evento. Lo importante es disfrutar de la compañía y pasar un buen rato juntas.
—Pero no encajo en este ambiente. Me siento fuera de lugar entre toda esa gente adinerada.
—Olivia, eres única y especial, no necesitas ser rica para ser valiosa. No te compares con los demás y sé tú misma. Estoy segura de que te sorprenderías de lo bien que te puedes divertir. Además, ¡te ves increíble con ese vestido brillante!
Olivia reflexionó por un momento y finalmente accedió. Subieron al vehículo y se dirigieron a la gran residencia donde se llevaba a cabo el evento.
Caminaron hasta los grandes portones, y Olivia suspiró.
Entregaron sus invitaciones y entraron. Apenas cruzaron la puerta, el bullicio de la gente y la música llenaron el aire.
Olivia prestó atención y observó el lugar, que era inmenso y lujoso.
—En cada rincón de este lugar se nota que es de gente adinerada.
—¿Lo ves? Pero tenemos la suerte de estar aquí.
—Lo sé, pero...
En ese momento, Olivia notó a un hombre extremadamente atractivo en el extremo opuesto del salón. Ambos llevaban antifaces, pero su porte y musculatura eran elegantes y misteriosos.
—Vamos a tomar unos ponches —sugirió Emma.
—Claro, ¿quién es ese hombre allá en el extremo? —preguntó Olivia, curiosa.
Emma levantó la vista y vio a varios hombres atractivos.
—¿Cuál de todos? Hay muchos hombres guapos aquí.
—Amiga, el de allá, en el extremo.
—¿Dónde?
—¡Allá! No te lo voy a señalar directamente.
—¡Ah! ¿Ese? ¿Quién es?
—Pensé que te relacionabas con gente adinerada, ¿cómo no sabes quién es ese tipo?
—La verdad, no lo sé. ¿Por qué te interesa a ti? —preguntó Olivia, divertida.
—No sé si me gusta, pero definitivamente me intriga. Parece alguien importante. Tal vez sea un famoso o un empresario exitoso. Me gustaría saber quién es y qué hace aquí. Tal vez tenga la oportunidad de conversar con él. ¿Qué te parece si nos acercamos y averiguamos más?
—No sé, Olivia. No quiero parecer una entrometida. Además, hay tanta gente elegante y sofisticada aquí, ¿qué tendría de interesante hablar conmigo?
—¡No digas eso! Eres inteligente, hermosa y tienes mucho que ofrecer. No te subestimes. Vamos, solo será una conversación casual. ¿Qué tienes que perder?
Después de un momento de duda, Emma accedió y ambas se dirigieron hacia donde se encontraba el misterioso hombre. Mientras se acercaban, Olivia se sentía cada vez más nerviosa y emocionada.
—¿Y si me rechaza? ¿Y si soy demasiado aburrida para él? —preguntó Emma, mostrando su inseguridad.
—No pienses en eso ahora. Solo sé tú misma y disfruta el momento. Nunca sabes qué sorpresas te depara la vida.
Finalmente, llegaron al lado del hombre en cuestión y notaron que estaba rodeado de otras personas. Decidieron esperar pacientemente su turno para poder entablar una conversación. Mientras tanto, Olivia le sonrió a Emma, transmitiéndole confianza y apoyo.
—Amiga, sea lo que sea lo que suceda, estoy aquí contigo. Y recuerda, siempre vale la pena intentarlo.
Ella puso los ojos en blanco mientras pasaban por una zona cubierta de espejos en las paredes.
"Me siento bonita", pensó Olivia.
Al ver su reflejo delgado y bonito, recordó los problemas de tiroides que solía tener y cómo le costaba mantener su peso.
Efectivamente, una persona puede experimentar problemas de peso si su tiroides no funciona correctamente. La tiroides es un órgano que produce hormonas que afectan varias funciones en el cuerpo, incluido el peso. Un problema de tiroides puede causar ganancia o pérdida de peso. Por lo general, se trata con hormonas sintéticas para compensar la deficiencia o el exceso de producción de hormonas tiroideas. Esto se logra mediante la administración de levotiroxina, una hormona sintética que reemplaza a la hormona que la tiroides no produce adecuadamente. Con el tratamiento adecuado, muchas personas logran recuperar un peso saludable y sentirse mejor.
Luego de salir por la puerta, Leonardo esperó apoyando la cabeza hacia atrás y suspiró. Pronto Ignacio se unió a ellos en la parte trasera y los miró confundido.—"¿Qué ocurre?" — preguntó Ignacio.—"Leonardo está loco. Dice que tengamos una relación poliamorosa." — explicó Olivia.—"¿Qué?" — preguntó Ignacio, confundido.—"Que estemos los dos con ella." — comentó Leonardo.—"Pero Leonardo, eso es una ridiculez. ¿De verdad me estás diciendo eso? ¿Quieres que tengamos relaciones los tres juntos?" — respondió Ignacio, incrédulo.—"No, no me refiero a eso. Sino que estemos los tres juntos, que vivamos juntos." — aclaró Leonardo.—"Es una ridiculez." — opinó Ignacio.—"En parte
—"¿Por qué no vas por ella?" — preguntó Margarita.—"Porque ya ha pasado mucho tiempo." — respondió Leonardo.—"Ve y pídele perdón." — comentó Margarita.—"No puedo." — dijo Leonardo.—"La vas a perder para siempre." — advirtió Margarita.—"Entonces estás bien." — dijo Leonardo.—"No, como tú sigues enamorado de ella y ella de ti. No dejes que conozca a alguien más, y tú tampoco lo hagas." — comentó Margarita, apoyando su mano en el hombro de Leonardo.Leonardo decidió dejar el orgullo de lado, tomó su vehículo y se dirigió hacia la casa de Olivia. Tardó exactamente 4 horas en llegar. El silencio reinaba en la carretera, al igual que la humedad. Al llegar frente a la acogedora casa, se sintió extraño.
"Olivia, he estado reflexionando y me doy cuenta de lo mucho que te amo. Me arrepiento profundamente de las acciones que tomé y del daño que te causé. Acepto mi culpa y te pido perdón de todo corazón. Sé que no puedo borrar el pasado, pero estoy dispuesto a trabajar en nosotros, a luchar por ti y por nuestro amor si tú aún lo deseas".Olivia escuchó atentamente las palabras de Leonardo. Sus ojos reflejaban la mezcla de dolor y amor que sentía por él. Después de un momento de silencio, tomó una decisión."Leonardo, entiendo que te arrepientas y que quieras luchar por nosotros. Pero también he pasado por mucho dolor y confusión. Necesito tiempo para sanar y encontrar mi propio camino. No puedo prometerte nada en este momento, pero estoy dispuesta a considerar la posibilidad de empezar de nuevo, siempre y cuando ambos es
—¿Qué? — preguntó confundido.—Estaba embarazada de ti.—No me digas que tienes un hijo oculto. Dime dónde estás — preguntó Leonardo, poniéndose de pie.—Escúchame — gritó Olivia. Y él se sentó sin decir ninguna palabra.—Estaba embarazada, Leonardo. Embarazada de ti. No sabía a quién recurrir, estaba muy asustada. Pero nunca se me había cruzado por la cabeza abortarlo, me sentía feliz de ser madre. Pero cuando llegué a los 6 meses de embarazo, empecé a sentirme muy mal.—:—¿Qué te ocurrió? — preguntó Leonardo, sin poder creer lo que le decía.—Sentía olores feos, y cuando fui a hacerme la ecografía, el bebé ya estaba muerto hace semanas. Yo no me había dado cuenta, soy una estúpida. Eso fue lo peor que me pasó, Leonardo. Tuve que ponerlo en una pequeña cajita — y no pudo seguir hablando porque comenzó a llorar desesperadamente.—Tranquila — comentó Leonardo, dejando la lapicera que tenía en su mano y dando la vuelta al escritorio para abrazarla.—Mi bebé... lo lamento. Tuve que habe
Olivia comenzó a llorar desesperadamente. Se sentía tan tonta e indefensa. Se subió a su vehículo y condujo hasta llegar a la casa de su prima. Llegó llorando y no podía parar, los espasmos en su espalda subían y bajaban constantemente. Hasta que no soportó más y sintió que todo se volvía borroso, cayó desmayada en el suelo.—¿Cómo puede ser posible? — preguntó Leonardo, por otro lado. Se estaba poniendo borracho y había llamado a Ignacio, quien lo miraba de frente.— Deja de tomar — lo regañó.Estaban en la casa de Leonardo.—Ella me mintió, es una mentirosa y una depredadora — dijo Leonardo.— A pesar de lo mucho que estés molesto, ella no es así, lo sabes.—¿Y cómo lo sabes? Quiero saber.— Es una buena mujer y te ama. Y
Leonardo, mientras levantaba unas pesas haciendo bíceps, escuchó su teléfono sonar insistente hasta que tuvo que tomarlo.—:—Hola — preguntó confundido.— Señor, la encontramos.Leonardo, sin comprender demasiado, dijo: ¿A quién encontraron? — preguntó sin entender.— A Emma, tiene que llegar a la oficina.—Enseguida voy — comentó Leonardo.Por primera vez en tres largos años, casi cuatro, le decían algo así. Ahora se sentía muy confundido. Sintió que pisaba nubes mientras caminaba hacia los baños, se dio una ducha muy rápida y finalmente se vio listo en el espejo. En ese instante, nunca hubiera pensado que algo así podría llegar a ocurrir.Nervioso, salió corriendo del gimnasio. Ignacio
Último capítulo