Capítulo 8

“Tengo que ir a la empresa, vamos”, propuso mientras avanzaba. Emma hizo una mueca, quería seguir paseando con su padre y había soñado con tomar un helado.

“Ibamos a comer un helado”, comentó Emma con lágrimas en los ojos.

Briana se sintió triste.

“Tengo que ir a trabajar”, comentó Lautaro sin mirarla.

“¿Puedes detenerte y mirar a tu hija?”, preguntó Briana molesta, ya que Lautaro siempre había puesto por encima de todo a cualquier cosa menos a su hija.

“¿Qué?”, preguntó desganado, y en cuanto vio a Emma al borde del llanto, se dio cuenta.

“Lo lamento, cariño. Vamos a comer un helado”“, dijoLautaro.

“Sí”, exclamó Emma con felicidad mientras abrazaba a su padre.

Briana pasó por su lado y dijo:

“Todavía tienes muchas cosas importantes, solo que tú no te das cuenta".

“¿Quieres subirte a mi regazo, cariño?”, preguntó a Emma.

“Sí, papá”, respondió.

Juntos avanzaron en la silla de ruedas.

Después llegaron a casa, Emma estaba feliz porque había tomado helado con su padre. Briana decidió
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