Lucas
—No sé qué tienes mi amor, lo juro que no sé... pero estás increíblemente fogosa. Ya no sé si debo quitarte el vestido o no... todo lo que haces me enloquece— le digo entre besos.
Llegamos al departamento prácticamente a tropezones. Me gustaba la idea de que estuviéramos en otro lugar, en otro espacio, ahora seguros y dónde podría dedicarme a hacer lo que quisiera con ella.
Sin pensar que nadie nos está viendo ni preocuparme por algún ataque. Podía entregarme completamente a tocarla y a besarla y hacerla mía una y otra vez.
—Todos estos días he sido miserable sin ti... — dice entre susurros mientras yo decido que efectivamente deberíamos hacerlo en otro lugar, y la llevo al baño.
Tenemos muchas propiedades en la ciudad pero por supuesto, le dejé la mejor. El departamento era grande y acogedor y el baño particularmente especial. Había una regadera con un vidrio transparente donde tendríamos muchísimo espacio.
Yo me desvisto en tiempo récord, y mientras voy abriendo la l