Debería de tener miedo, pero no puedo evitar esta terrible energía que me atrae hacia él.
Amelia
El ambiente se torna tenso dentro de mi habitación. A pesar de estar examinándome, Sebastián evita mirarme a los ojos de forma directa. En su rostro se ve con claridad cuanto le está costando permanecer aquí conmigo en vez de ir a terminar lo que empezó con Emilio. Jamás habría imaginado que el tranquilo y apuesto doctor Evans, pudiera transformarse de esa manera.
Era como si fuese otra persona. Una obsesionada conmigo.
—Callahan, necesito tu ayuda ahora mismo —dice al teléfono—, no me interesa, deja lo que sea que esté haciendo y ve a la dirección que te voy a enviar, yo estoy ahí y te necesito. —Cuelga sin esperar respuesta y enseguida teclea en el teléfono algo.
—¿Quién es Callahan? —me aventuro a preguntar susurrante.
—El único doctor en el que confío —responde sin mirarme y siento el desprecio hacia Emilio en sus palabras.
¡Maldición! ¿Por qué no lo hace? ¿Por qué no me mira?
—No nece