Mi corazón se divide.
Sebastián
Anastasia aparece en el pasillo treinta minutos después, diría que estaba detrás de la puerta esperando, pero no quiero ser exagerado. Me levanto del piso donde estoy jugando y acompaño a Max a prepararse para dormir, extrañamente su habitación es muy ordenada y limpia, es como si la atmosfera cambiara al cruzar la puerta que la separa del resto de la casa.
Lo acompaño al baño del pasillo a lavarse los dientes y la cara, sonrío a la vez que una sensación de amarga tristeza se propaga por todo mi ser desde mi corazón cuando saca un taburete de debajo de la encimera y se sube en él para poder alcanzar el lavabo. ¿Cuántas cosas me he perdido? Al terminar, extiende los brazos y sin necesidad de que me diga que hacer, lo tomo de las axilas, lo subo por sobre mi cabeza dibujando una trayectoria de vuelo que lo hace reír antes de ponerlo en el piso.
—¡Eso fue muy divertido! —dice entre risas.
—Deberíamos de repetirlo. —Alza los brazos invitándome a que de nuev