Un waffle y leche de avena
Anastasia
Ni siquiera me había dado cuenta de que había empezado a llover. Los días lluvioso suelen hacerme sentir nostálgica; antes no notaba la diferencia entre mis emociones, siempre estaba drogada.
—No está lloviendo demasiado fuerte —musito volviendo la mirada hacia él.
Mis ojos se encuentran con los suyos y por primera vez no encuentro el juicio silencioso que las personas a mi alrededor suelen demostrar sin palabras, en su mirada solo veo calma y eso me desconcierta al tiempo que mis nervios se amortiguan.
—Tienes razón, solo buscaba una excusa para que me hablaras —admite y esboza una sonrisa tan genuina que me desarma instantáneamente
Mi primer impulso es protegerme, construir un muro a mi alrededor, pero Claudia, mi doctora, tiene razón, no puedo vivir escondiéndome para no volver a perderme. Le devuelvo la sonrisa haciendo que la incomodidad tome un descanso.
—Bueno, ahora la tiene, ¿qué harás? —Eso fue atrevido y mi yo interna, celebra con una tr