—Este hombre es su padre, pero yo no... no somos hermanos —Nathaniel se señaló la nariz y resopló—. Además, hay que ajustar cuentas incluso con un hermano, y mucho menos con ella.
—Incluso si el mismo hombre no es su padre, ustedes dos son mis hijos. ¿No puedes trabajar con ella por mi culpa? Lo último que Eloise quería era ver a sus hijos hacerse daño unos a otros. —Además, no obtendrás el control de la empresa si creas a Ari. No olvides que no eres miembro de la familia Tanner. No será fácil para ti.
Nathaniel estaba irritado, pero se rio.
—¿Vio? Incluso tú me tratas como a un extraño. ¿Por qué debería importarme trabajar con Arianna? Además, la Corporación Tanner cambiará su nombre pronto.
—¡En tus malditos sueños! —Apenas recuperándose, Joseph maldijo.
Nathaniel le dirigió una mirada fría y se rio cuando lo vio tirado allí, incapaz de levantarse.
—Di lo que quieras. Ustedes, todos ustedes, serán testigos de esto pronto.
—¿Que estás tratando de hacer?
Eloise pareci