“¿Señor Hall?”. Olivia parpadeó, tratando de calmarse. “¿Por qué vino a mi casa?”.
“Oí que pediste día libre. Como jefe, debería preocuparme por mis subordinados, ¿no?”. Él sabía que ella estaba mirando por la mirilla, así que se inclinó frente a la puerta.
Su rostro repentinamente agrandado sobresaltó a Olivia, y dio dos pasos hacia atrás. “¡Tú!”.
“Olivia, ¿piensas mantener la puerta cerrada y dejarme hablando acá afuera?”.
“Señor Hall, estoy enferma y estoy sola en casa. No es un buen momento”. Ella no quería abrirle la puerta a Nathaniel ni seguir hablando con él.
No era buena idea que viniera porque todo lo que había que decir ya se había dicho hace tiempo. Afortunadamente, su madre salió a comprar verduras. De lo contrario...
Hablando del rey de Roma, se oyó una voz desde afuera: “¿Quién eres?”.
‘¿Madre?’.
“Hola, soy el jefe de Olivia. Mi apellido es Hall, y soy el presidente de MN Inc.”, se escuchó la voz de Nathaniel.
“¡Oh, Señor Hall!”, dij