Gabriel sintió como si le dejaran caer un balde de agua fría sobre la cabeza, no se esperaba que Laura tomara esa decisión sin consultarle y sobre todo, que se hubiera atrevido a organizar una fiesta en su casa para anunciar su compromiso.
—Entra a ducharte princesa — le dijo a Ximena para hablar con Laura a solas y Paty entendió que debía llevarse a la niña para que no escuchara.
—¿Pasa algo cariño? Yo pensé que estarías feliz igual que yo, si nos vamos a casar es lógico que quiera que todo el mundo lo sepa, solo invité a nuestros amigos más allegados, ya sabes treinta o cuarenta personas cuando mucho.
—Laura, perdóname, pero esta noche ib a hablar contigo, tomé una decisión muy apresurada, no creo que casarnos sea una buena opción, de hecho, prefiero terinar con esta relación.
Laura sintió que las piernas le temblaban y el calor en su rostro se hizo evidente, no podía creer que Gabriel se estuviera retractando de su propuesta, su único objetivo en los últimos año