Capítulo 20.
Zarya
Conseguir llegar hasta la pista fue un completo fastidio. El tráfico estaba horrible. Pero el avión aún no aparece.
Me quedo junto a Cerbero, frente al vehículo esperando a que los minutos pasen.
—Sino llegas te voy a cortar las pelotas —reniego viendo que van 10 minutos de retraso. Mi mellizo niega al escucharme.
Un sonido de una aeronave nos pone a alerta cuando aparece a lo lejos y sonrío cuando empiezan el aterrizaje.
—Ahí está. —dice Damien cruzado de brazos.
El avión hace el recorrido por la larga pista hasta que se detiene a varios metros de donde nos estacionamos.
La compuerta es abierta y espero unos segundos, antes de caminar hacia este cuando el tipo con rasgos parecidos a mi padre, traje a su medida y altura predominante asoma por la puerta.
—¡Gavrel!
Me vale mierda como me veo corriendo como niña pequeña hacia mi hermano menor, sus brazos me reciben y me levantan en el aire. No puedo describir la alegría que me causa el tenerlo frente a mí después de semanas. E