Madrugaron para la reunión con su cliente chino, se habían vestido como para ir a la oficina, la reunión es con las cámaras encendidas. Hablaron por más de una hora, cuando cerraron la comunicación ya despuntaba el sol, no tenía sentido volver a la cama y dormir.
- Haré café y algo para desayunar ¿quieres?
- Sí, pero primero un café cargado.
Victoria fue primero a cambiarse de ropa para luego comenzar a hacer el desayuno. Esta vez fue más rápida con el café porque ya aprendió a manejar la cafetera y el desayuno fue un omelette con verduras.
Adrián la observa moverse de un lado a otro en la cocina, enfundada en un delantal a cuadros. Es la primera vez que una mujer cocina algo para él y la verdad se siente muy bien, es como el hogar que algún día imaginó.
- Ya está listo, podemos desayunar. Dijo entusiasmada
Adrián se quedó viendo el plato, los trozos de tomate y cebolletas picadas le trajo recuerdos de su infancia, cuando su madre luchaba con él para que comiera sus verduras.