Al día siguiente
Mi cuerpo duele, pero, eso no parece importarle a la persona que acaricia mi espalda con un solo dedo que es suficiente para enviar descargas eléctricas a esa parte de mi cuerpo que duele demasiado.— Por favor…— Debemos irnos. Ya ha amanecido y no sé si Taddeo ya se ha levantado y no nos ha encontrado. — dice Kendrick con preocupación.— Me dejaste dormir cuando era de mañana, es lógico que siga siéndolo. — le respondo con evidente agotamiento.— Quedamos en que tomaríamos un siesta de media hora y ya ha pasado una.— Solo he tenido una hora de sueño, por favor, ten piedad de mí. — pido y él me hace girar.— No podemos quedarnos aquí, además, hoy nos vamos para otra propiedad. — dice el hombre que no me dejó dormir siquiera una sola vez.Suspiro profundo, tengo d