El miedo de ser encontrada es fuerte, pero, si eso ayuda a que Taddeo escape, no me importa. Así que, solo finjo estar haciendo mis necesidades, mientras escucho cuan mal se tratan entre ellos.
— ¡¿Cómo puedes estar durmiendo cuando te tocaba vigilarlos, idiota?!— Bueno, culpa al golpe que me diste en la cabeza. Fue eso lo que hizo que me durmiera. — le responde Ivanna.— Y no sabes cuanto lamento que no hayas muerto por dormirte después de un golpe en la cabeza. — dice Tom con mucha molestia.— No te preocupes, yo también deseé mucho que la herida que te causé en la costilla, fuera en el corazón, para no tener que soportarte ahora. — dice Ivanna con molestia.‘Y yo lamento que no se hubiesen dañado lo suficiente para no tener que escucharlos.’ Me digo mentalmente.— Deja de decir cuánto me quieres y búscalos, n