Dasha
HA pasado una semana sin ver a Dylan, aunque vivimos en la misma casa, al solo sentir su presencia, corro despavorida, tengo vergüenza y otro sentimiento que no se cómo describir.
No puedo creer que nos besamos y me tocó tan íntimamente.
Nunca me había llamado la atención las cosas sexuales, pero solo sentir a Dylan cerca mis hormonas se aceleran.
Pero debo dejarme de estupideces y acatar mi puesto, soy una sirvienta y debo aguantar 5 años y seré libre.
Debo guardar el poco dinero que me dan aquí para reunir, quizás me valla a la ciudad, los humanos son mi mejor opción ya que loba no soy, puedo mezclarme perfectamente.
Voy a extrañar a Mariana pero ella ya tiene su vida y un mate, no puede seguir toda la vida preocupándose por la débil Dasha.
Busco a Teresa para saber qué debo hacer hoy, no tengo un trabajo fijo y no me hallo sin hacer nada.
La veo en la cocina y me acerco.
— Teresa, estoy desocupado que tengo que hacer—
La mujer me sonríe, es una mirada maternal.
— Mijita tu bu