83. Dos propuestas un bebé
—No lo sé —respondió con honestidad—. Ya no quiero pertenecer a nadie. Ahora solo deseo cuidar de mi hijo… y de mí misma.
Damián observó a Mariel unos segundos más antes de dirigir la mirada a Oliver.
—Debemos estar listos por si Karim decide atacarnos. Ahora tiene información interna —dijo, molesto. Luego salió de la habitación rumbo al castillo para hablar con el Rey.
Mariel rompió en llanto. Tal vez eran las hormonas… o tal vez era simplemente el dolor de sentirse sola, incomprendida y traicionada.
Oliver también salió, sin pronunciar palabra. El rechazo de Mariel seguía pesando sobre él. La amaba, pero nunca lograba acercarse lo suficiente para obtener una respuesta clara de ella.
—Debes tener hambre. Pediré que te traigan algo para desayunar —dijo Arturo con amabilidad, haciendo lo posible por mantenerla tranquila. Sabía que en su estado, cualquier alteración emocional podría resultar peligrosa.
Después de unos minutos, ella volvió a quedarse sola. Aunque Arturo le había recomenda