37. Yo fui una de ellos
—¿Qué está pasando aquí? —interrumpió André.
—Nada… —dijo Anthony con poca convicción.
—No me mientas. ¡Escuché lo que dijeron! ¿¡Planeas invocar a los lobos!? —André no podía creer lo que oía. Después de todo lo que pasó en el bosque…
—Sí. Ellos pueden ayudarnos —confirmó Serena. Aunque todavía se sentía como una esclava, la situación la empujaba a enfrentarse incluso con su hermano. Tenía miedo de que la rechazaran por esto, de que André y Héctor la abandonaran o la vendieran. Pero no podía permitir que algo malo les pasara. Además, aún albergaba la esperanza de ver a Oliver.
—¡Fueron ellos quienes te hicieron esto! —gritó Héctor, tomándola del brazo y mostrando sus vendajes—. ¡Deja de comportarte como una niña caprichosa! Vamos al palacio, estarás segura allí. ¿Entendido?
Todos se quedaron en silencio por unos segundos. Héctor, creyendo que siendo más severo lograría que Serena obedeciera, asumió que al comportarse como un amo, ella haría lo que se le ordenara sin rechistar.
Pero pa