— Estoy enterado de que estamos en mi oficina y puedes complacer una fantasía de todo hombre de oficina —
Eso me dio gracia y Cris comenzó con sus manos a levantar un poco mi falda, entonces me di vuelta y lo abracé al rededor de su cuello.
— ¡Huy!, relaciones con el CEO y uno muy exitoso, ¿Será que me puedes hacer sentir satisfecha? —
— Ja, ja, ja, déjame y te lo compruebo —
Cris me llevo a dónde estaba su escritorio y levantando mi falda me sentó, dónde tomó su teléfono y marco la extensión de su asistente.
— Albert nadie puede entrar y sin excepción, absolutamente nadie —
[ Entendido jefe ]
Colgando el teléfono de inmediato Cris se acomodó entre mis piernas y comenzó a desabotonar mi blusa.
— Humm, hoy mi esposo está travieso —
— Y mi esposa deliciosa —
Sin dar más tiempo le comencé a quitar la ropa a mi esposo y pasando mis manos por su faja miré a Cris quien tenía sus ojos con hambre de placer.
En pocos minutos Cris quitó mi blúmer y moviendo las cosas del escritorio con fuerza,