Alma Castillo
No hay un día donde no le dé gracias a Dios, por haber puesto personas a mi alrededor que, no han dejado de ayudarme a seguir adelante, algunas dieron todo y te las has llevado a tu lado.
Cuanto diera por decirle a mi amiga, que bese a Sergio. Qué lo amo, quiero que esté presente en la vida de Alana y de la mía por siempre.
Contarle que su preciosura, le ha dicho papá. Un hombre que con solo una mirada, se ganó su corazón esa noche que vino a traernos pizza... Aunque, de repente parece que se le olvida y dice, señor pizzero. Pero, él sabe que las dos cargan el mismo amor en ellas.
Estamos camino a comer helado, tengo miedo no quiero que alguien me vea, Anthony tiene mucha gente a su lado. Sergio me asegura, que para donde vamos, está cerca de aquí y no es un lugar transitado, porque estamos en un pequeño pueblo con casas aisladas en las montañas.
Va conduciendo muy concentrado, sus cejas están fruncidas, pero no está molestó.
Mi mirada