Dos años después...
Me encuentro aquí a pocos minutos de casarme, con ese hombre que llegó a mi vida para ser mi guardián. Estoy muy agradecida porqué tuve una segunda oportunidad para vivir.
El primer año no fue fácil, necesite rehabilitación completa, para poder depender de mi misma, sin embargo, lo logré, con que no iba a poder, si he soportado todos los golpes en este largo y tortuoso camino que llegó a su fin, a consecuencia de una mala decisión, cegada por el primer amor y por esa libertad que veía para salir de ese infierno donde vivía, cayendo en otro donde no tuve salida.
Sin embargo, esa mala decisión me dio lo más importante para mí, mi hija. Y creo que es lo único bonito que puedo rescatar de esa relación abusiva que aguante por tantos años, donde creí que algún día ese hombre cambiaría.
Solo uno como mujer conoce lo que soportamos, aguantamos y aún así seguimos de pie, sea maltrato físico o psicológico.
Algunas logran liberarse de ese círculo y salir adelante, a otra