—¡No mezcles las dos juntas! Black y yo somos cosa del pasado, y tarde o temprano tendremos que enfrentarnos nuevamente.
—¡Y ella es un presente que necesitaré!
—¡Tú estás loco!
Veo cómo Alejandro rehincha los ojos y se deja caer sobre el sofá. Necesito a Lady C, y siento que ella y yo compartimos mucho en común. Quiero aproximarme a ella. Pensando en ella, me llega un correo.
—¡Hola, belleza! Un gusto conocerte. Siento que te tomaste la molestia de investigar.
—¡Claro! Eres un don que se atreve a besar a una chica en dos ocasiones, sin su permiso. Eso es mérito de investigación, ¿no crees?
—¡Me parece que subestimé a una mujer fuerte!
—¡Dejemos los rodeos, directo al grano! ¿Quién eres y por qué me ayudaste esas dos veces?
—¡Suscito que me conoces, belleza! Entraste en mi base de datos y considero que ya descifraste todo.
—¡No soy de término medio! No puedo basarme en mis pensamientos o en lo que tal vez suponga. Me gusta la claridad, ¿comprendes?
—¡Wow! Qué directa, eso me gusta.
—¿¡