- ¿Está noche nos veremos en el tercer piso? – preguntó Annette mientras Tristán parqueaba el Cadillac Azul en frente de la mansión.
- No lo sé – respondió titubeante – la verdad, amor, es que estoy con la cabeza muy enmarañada cómo para vernos, iré a mi departamento para intentar descansar, ¿me perdonas esta vez? – preguntó mirándola suplicante.
- Si… claro que sí – respondió a pesar que su respuesta no le había gustado nada de nada.
- No te molestes, por favor.
- No estoy molesta – negó a pesar de estarlo – mañana nos vemos, Tristán – respondió molesta y salió del auto sin esperar que él salga se dirigió directamente a la mansión, no hubo beso de despedida ni abrazo.
Annette estaba molesta con él, debían hablar, era necesario, de todo lo que estaba pasando y él deseaba encerrarse en sí mismo, aunque Tristán había aclarado algunas cosas que ella no conocía esa tarde, había otras preguntas que la atormentaban y deseaba que él se las respondiera.
Entró a la casa, no quiso ni siquiera e