Obsesión. Obsesión. Obsesión. Deseo.
Tú.
Alexander
Tener a mi madre en casa me complica los planes, no quiero que ella se meta en mis asuntos, pero sin importar cuanto se lo pida o le exija que no lo haga, ella hará lo que se venga en gana. Respiro profundamente antes de que el ascensor abra sus puestas en el vestíbulo del departamento, Rogert me comentó algo sobre el pequeño intercambio entre Isabella y mi hermana.
Por lo que me dijo no fue tan grabe, sin embargo, mi dulce asistente no se encontraba bien después de lo que sucedió entre los dos. Yo mismo me encuentro alucinando con devorarla por completo, con sumergirme en su pasión y beber cada gota de su locura.
—Alexander, bienvenido hijo. —Mi madre se cuelga de mi cuello con fuerza, la rodeo con mis brazos sintiendo su calor.
Amo a mi madre y la extraño, pero estoy acostumbrado a mi libertad.
—¿No debería de ser, al contrario, madre? Soy yo quien tiene que darte la bienvenida. —Me besa en la mejilla antes de soltarme.
Mi familia n