Un beso tuyo me devuelve a la vida, pero, en cambio, me das un adiós mudo y sin voz que me arrebata el corazón y el alma al mismo tiempo. Me conviertes en un condenado a muerte.
Rogert (Inteligencia)
No puedo hacer esto solo, necesito ayuda y no cualquier ayuda. Si no la mejor. Espero que no se encuentren al otro lado del mundo, jodiéndole la vida a algún idiota. Saco el teléfono satelital que siempre llevo conmigo y que solo tiene un número configurado. Disco la tecla de llamada y espero.
—En un momento te atiendo, cariño —responde con voz agitada y deja la llamada abierta.
Escucho los sonidos típicos de una pelea cuerpo a cuerpo, golpes, cosas partiéndose, cuerpos cayendo e insultos arrogantes y las burlas resabidas de mis amigos para provocar a sus oponentes. Un fuerte golpe resuena, algo se rompe y un grito retumba con intensidad mientras se pierde a lo lejos.
»Listo, cariño, dime qué necesitas. —Ruedo los ojos.
—¿Cómo sabes que necesito algo? —Subo al auto y apago los auriculare