—Tranquila, todo estará bien —susurra Connor acariciándome el cabello con suavidad, demostrando que no es el hombre de hierro que ha estado aparentando todos estos días.
—No entiendo por qué no me responde, estoy muy preocupada —pronuncio entre lágrimas.
—Haré unas llamadas para intentar obtener información —promete separándose de mí. Y en el momento que se aleja, me doy cuenta de lo mucho que me gustaba que me tuviera cerca.
—Gracias, Connor.
Él asiente dos veces y sale de la habitación enseguida. Espero que pueda hacer algo, estoy muy angustiada.
Mientras espero que vuelva, no dejo de pensar en ese abrazo y en lo que sentí estando junto a él, en el olor de su perfume, en la candidez de su cuerpo, en sus manos sobre mí… Cada vez que tenemos algún tipo de acercamiento, olvido el trato y todas sus reglas y solo pienso en besarlo. Pensé que la parte más difícil de cumplir el trato sería fingir que lo amo, pero creo que lo difícil será evitar enamorarme de él.
Pasa casi una hora