Salvia Blanca

Trisha soportó la limpieza sin chistar, a pesar que tardé mucho más de lo que le hubiera llevado a Amy. Abrió los ojos con una sonrisa serena que nunca le viera, sin prestar atención a los mechones húmedos que se le pegaban a las sienes y las mejillas. Le tomamos ambas manos para ayudarla a incorporarse en silencio, aguardando que hablara.

—Podría irme flotando —dijo, y parecía brillar en la luz del sol que entraba por las ventanas de la cocina—. Pero mejor duermo una siesta.

—Tienes una hora para descansar —asintió Amy.

El abrazo de Trisha me tomó por sorpresa.

—¡Gracias! —me susurró al oído, y se fue con un andar plácido que me dejó boquiabierta.

—¿Ése es el efecto? —pregunté con curiosidad.

—Si ya estás limpia, esto armoniza tus centros energéticos y te quita el stress. —Amy tomó la jarra de vidrio para ir por más agua—. Tu turno, Fran. Lo tuyo tomará un poco más, porque luego de limpiarte quiero protegerte con salvia, para que estés a cu

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App