—¿Maximiliano cierto? ¿Bueno Maximiliano, sabias que en este restaurante Leah y yo veníamos muy frecuentemente? Tanto así que se convirtió en el restaurante favorito de ella ¿y si nosotros ya no somos nada como ella dice, porque crees que sigue viniendo aquí? — Dice mientras sonreía
Yo no podía creer lo que Sebastián acaba de decir, así muy apenada lo miré y le dije:
— Por favor, Sebastián, estás haciendo un espectáculo aquí — Dije mientras veía a los lados a las personas que estaba sentadas y continúe diciendo
— Ve con la chica que has dejado sola en la mesa y déjanos en paz por favor!
Sebastián comienza a reír y me dice:
— ¿Ah es que la zorrita quiere hablar ahora? pues te informo que no estoy hablando contigo
De inmediato se levanta Maximiliano y con una voz amenazadora le dice:
— Que sea la primera y la última vez que llamas de esa forma a Leah ok?
— ¡Wow!… ¿es que ahora Leah tiene defensor?
— Maximiliano se le acerca a Sebastián y le dice:
— Me haces el favor y te largas lejos