Mientras regresaban a su mansión, tanto Blake como Madelaine, estaban felices. La fiesta sorpresa había sido todo un éxito, no solo por haberse divertido, sino porque parecía haberlos unido mucho más.
_ Ven aquí, mi pequeña gatita _. Le dijo Blake atrayéndola hacia él _. Tú me debes una explicación, ¿lo recuerdas?
Maddie entrecerró los ojos, le dio un beso en la mejilla y sonrió.
_ No, no lo recuerdo en absoluto esposo _ le dijo divertida _. Creo que tomé demasiado champaña y me ha dado un poco de sueño _ bostezó.
_ Así que no recuerdas lo que tenemos que hablar, ¿no?
Blake frunció el ceño y comenzó a hacerle cosquillas, sin que ella pudiera hacer nada. Tratando de defenderse sin pensarlo, Maddie le lanzó un golpe asestándoselo en pleno rostro.
_ Oh, lo siento... lo siento _ dijo tratando de contener la risa al ver que Blake se tomaba la mandíbula aturdido _ No quise, juro que no quise golpearte _ dijo soltando la carcajada al fin.
_ Eres una pequeña ladina _ le dijo él tomá