Blake al oír las palabras del médico sintió un escalofrío recorrerle por la espalda, no de miedo, sino de una impotencia que lo desarmaba por completo. Durante su vida había enfrentado de todo: la muerte, la violencia, la traición, pero nada de eso, lo había preparado para lo que tenía que enfrentar ahora.
Por un instante, su mente quedó en blanco como si su cuerpo no supiera si moverse o quedarse clavado en el suelo. ¡No sabía nada! Nada. La única certeza que tenía era que debía ir con su esposa y hablar con ella. Su incapacidad emocional lo limitaba para poder decirle la verdad y sostener su mundo cuando Maddie, se derrumbara frente a él.
De nada le servía tener dinero, poder, fuerza para llevar a cabo planes. Se dio cuenta que durante su vida había luchado por tener todo eso y en ese momento no era más que un simple indigente.
Miró por un instante a sus suegros y luego al conde quien, a pesar de su inmensa tristeza, mostraba en su mirada elocuencia y firmeza. Trasmitiéndole i