Las últimas dos semanas habían transcurrido con una calma que se sentía casi irreal después del torbellino de emociones y tensiones previas. Axara había aceptado tomarse un tiempo de descanso tras insistencia de Cael, reconociendo que su cuerpo necesitaba ese espacio para enfocarse en su embarazo y también para recuperar la paz emocional. Estar en casa cuidando de Gael le había permitido conectar más con él, y juntos habían logrado crear una rutina que llenaba los días de risas y pequeños momentos de felicidad.
Mientras tanto, Cael se encontraba inmerso en el trabajo, tratando de equilibrar su rol de padre, pareja y líder empresarial. Esa mañana, el ambiente en la oficina estaba cargado de expectativas. Una importante reunión para cerrar la venta de los diseños otoñales estaba programada, y Cael estaba decidido a que todo saliera perfecto.
—Carmen —llamó con firmeza mientras cruzaba el pasillo hacia su oficina, los pasos resonando en el suelo pulido—, esta mañana tengo una reunión cru