Hades dejó el documento sobre la mesa pasándose la mano, retirando inútilmente los mechones de cabello ondeado que caían sobre su rostro. Se apretó el puente de la nariz y Leoxi, sentado delante de él, lo miró preocupado.
-Por qué no vas a descansar, te ves agotado-
El alfa negó con la cabeza y retomó la lectura.
-Hay muchas cosas que tengo que hacer como para dormir en este momento-
-Dos o tres horas no marcarán la diferencia-
-Lo haré más tarde, cuando vaya a verla, después de darle sangre puedo dormir un par de horas-
-Ser adicto al