Capítulo 2008
“¡Ja, ja!”. Cuando vio a su padre así, Aino se echó a reír y se dobló sobre el borde de la cama. “Papá, te ves tan gracioso…”.

Sabrina se rio tan fuerte que su estómago dolía. Tuvo un pequeño desgarro cuando dio a luz al bebé, así que cuando se echó a reír, sintió el dolor, el cual instantáneamente la hizo hacer una mueca. "¡Ay!".

“¿Qué pasa? ¿Qué pasa, Sabrina?”. A Sebastian no le importó limpiarse la orina del bebé en su cara, en cambio, miró a Sabrina con preocupación.

“Ay…”. Sabrina se mordió el labio. “Duele…”.

Ella no lo dijo explícitamente, pero Sebastian también sabía que parte de su cuerpo era que le estaba doliendo. “No te muevas. Solo no te muevas. Te cargaré”.

Cargó a Sabrina con extrema precaución y lentamente la puso sobre la cama.

“¿Todavía duele estar en esta posición?”, preguntó él.

Sabrina sonrió gentilmente. “No duele en absoluto, Sebastian”.

“Es bueno que no duela”, dijo Sebastian.

La metió cuidadosamente en la cama antes de regresar hacia su hijo de n
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