56 La disco.
Los demás bajaron y se metieron entre la multitud a bailar. Mariangel con Ramsés y Gema con otro amigo del grupo; Samanta no fue, se quedó con Fabrizio, él se quedó mirándola y le dijo:
—¿Por qué no vas con ellos? Aquí te vas a aburrir conmigo. —Samanta se acercó más a él.
—Es que deseo estar contigo, no necesito bailar para divertirme.
—Vamos al palco. —La agarró de la mano, Samanta lo miró a los ojos y sonrió, a Fabrizio no le terminaba de encajar la actitud coqueta de la chica, entonces le dijo:
—¿Que se traen entre manos Mariangel y tú? —Samanta se ruborizó, como tenía los ojos grandes parecían los de un cordero.
—¿Por qué dices eso?
—Es que de repente se aparecieron por aquí y vinieron directo a nosotros, no sé, no creo que haya sido una casualidad. —Ella se rió y le dijo:
—Tienes razón, lo que pasa es que yo quería conocerte un poco más, no había tenido la oportunidad de acercarme a ti, cómo ibas a casarte con Lorenna pues eso…
—¿Fuiste tú?
—¿Yo qué?
—¿Te acostaste con Juan Carl