Narrador.
—Sí, Aslan, claro que lo sé, pero Ashley la atiende. —Le contestó la señora de lo más calmada, demasiado para como suele ponerse cuando Zaira está enfermita.
—No me gusta nana, debes atenderla tú o la niñera. —Aunque él no quiso que sus palabras salieran como un reclamo, igual no pudo so