57. Planes siniestros
Lo que Rhys hizo, al rechazar a la princesa Gisal, solo provocó que creciera en ella un enorme resentimiento. Tanto que lo único que deseaba era vengarse, pero primero quería deshacerse de Anastasia.
Ella era su primer objetivo; después iría tras el príncipe. Quizás a él no quería hacerle un daño físico, pero tarde o temprano ese sentimiento podía cambiar, ya que una mujer dolida por no ser correspondida en el amor puede ser lo peor.
Gisal ya no estaba interesada en obedecer a la reina. Así que comenzó a planear mentalmente algo que esta vez debía funcionar.
Mientras tanto, escuchaba a la reina Crystin; sin embargo, no estaba prestando atención, solo oía su voz como un eco lejano.
—¿Me estás escuchando? —preguntó la reina con una mirada que no dejaba lugar a dudas de que no le gustaba ser ignorada.
—Perdón, ¿qué decía? —Gisal sacudió la cabeza, tratando de aclarar su mente, aunque solo lo logró a medias.
Ya no pensaba con claridad; deseaba poner sus manos en el cuello de Anastasia y a