56. Malas decisiones
EN EL PALACIO
—Por tus malas decisiones, ahora yo también estoy involucrada en este asunto —le dijo la reina Crystin a la princesa Gisal en un tono severo.
Estaba furiosa por las acciones de la princesa, no tanto por el acto en sí, sino por no haber recurrido a ella para pedir algún consejo.
Gisal había actuado por su cuenta, con la ayuda de su fiel dama de compañía, excluyendo deliberadamente a la reina del plan. No era para protegerla, sino porque no quería que Crystin controlara los planes maliciosos que habían urdido juntas anteriormente.
Ambas, la reina y la princesa Gisal, habían acordado eliminar a la princesa Anastasia. No importaba el método; de todas formas, la reina se encargaría de encubrir cualquier sospecha, sin dejar ningún cabo suelto.
Sin embargo, Gisal cometió el error de ser descuidada; no fue meticulosa y dejó un cabo suelto, por lo que ahora la reina tenía que intervenir.
—Espero que esta vez aprendas —continuó con el regaño.
—No sabía que se me iba a salir de la