POV DE BIANCA.
Solté un suspiro al momento en que llegamos. El chofer nos abrió la puerta. El primero en bajar fue él, seguido de su mano extendida para ayudarme a bajar; a continuación, me obligó a engancharme de su hombro.
Sabía que lo hacía por aparentar ante la sociedad que era un caballero y que trataba a su secretaria como alguien muy importante en su familia. Pero muy en el fondo, estaba deseando soltarme para que sus amantes no pensaran que había algo más que una simple labor de trabajo.
Todas las cámaras se enfocaron en nosotros. Las miradas de todos los presentes se detuvieron en mi persona. Era la primera vez que pasaba por la alfombra con él; me había negado a hacerlo en otras ocasiones porque no quería que mi padre supiera dónde estaba. Pero ahora ya no me importaba nada; lo único que deseaba era que me encontrara y acabara conmigo.
—Bienvenido, señor Montalvo. Es un placer tenerlo aquí, a usted y su acompañante, que por cierto, es muy hermosa.
Agradecí a los caballer