—Ve a lavarte la cara. He preparado el desayuno, una vez que te hayas lavado, podemos comer y luego partir. Dijiste que es un poco lejos, deberíamos salir temprano.
—Dame un beso primero.
—¿Por qué tengo que darte un beso? ¿Por qué no puedes dármelo tú?
Zachary rió, giró hacia ella e intentó besarla.
Pero Serenity colocó su mano sobre su boca.
—Lávate primero, luego me puedes besar.
Serenity dijo y lo empujó, luego se dio la vuelta y cerró la maleta.
Zachary quedó sin palabras.
Había sido rechazado por su esposa.
—No olvides afeitarte la barba mientras te lavas la cara para no pincharme.
Serenity tomó su maleta y salió de la habitación.
Luego, fue a regar las flores y a cuidar de sus tres mascotas.
Las tres mascotas también tendrían que ser llevadas a la casa de su hermana para que ella las cuidara por un tiempo.
—Cariño, estoy listo.
Después de lavarse y afeitarse, Zachary salió de la habitación y llamó a su esposa, —Ven rápido, quiero darte un beso.
Serenity trajo el desayuno que hab