—Chloe, que tengas un buen sueño. No te voy a dejar morir. Tengo que hacer algo que tú no consideras oportuno.
—Siento haberte deshonrada. Sería duro para ti ser mi hija. Si no hubiera hecho las cosas sucias, habrías podido desarrollarte con mejor futuro.
Sandra sacó pañuelos para secarse las lágrimas.
Miró a su hija dormida y suspiró.
Sabía que su hija era brillante.
Pero por culpa de una madre como ella, su hija era estropeada y se sentía infeliz.
Chloe sabía toda la verdad.
Sólo que, por su posición, no podía hacer ni decir nada.
Era la hija de Sandra y no tenía elección.
Después de observar a Chloe en silencio durante unos minutos, Sandra había ajustado sus emociones.
Cogió el celular del bolsillo de Chloe e intentó contactar con Gonzalo, pero no pudo descifrar el código de Chloe y se dio por vencida.
Menos mal que ella era la que mandaba a Gonzalo al lado de Chloe para ayudarla, así que aunque Gonzalo fuera tan fiel a Chloe, ella podría encontrar fácilmente la forma de contactar c