—Eres una mujer, pero no lo pareces en absoluto, y todavía hay bastantes chicas que te adoran. Tras enterarse de que eres una mujer, se les rompió el corazón y ni siquiera quisieron aceptar este hecho, incapaces de dejar sus sentimientos por ti.
Luna dijo después de un momento de silencio, —Nunca les di una oportunidad, ni tomé la iniciativa de acercarme a ellas. Les gusto, y no puedo hacer nada para evitarlo.
El señor Lucas era muy conocido en la Ciudad Río por su fría personalidad.
Antes, la gente sospechaba que era gay o sexualmente impotente, por eso nunca se acercaba a las mujeres ni tenía interés en ellas.
Ahora sabía por qué, porque el señor Lucas era una mujer.
Claro que a una mujer no le gustaban las mujeres, le gustaban los hombres.
—Tienes razón, no podemos controlar nuestros corazones y siempre queremos acercarnos a ti. Para ser sincero, cuando te vi por primera vez, te admiré mucho.
—Si realmente fueras un hombre, serías el primer hombre al que admiraría.
Luna se río suave