—Axel cocina muy bien, Belén no ha sido nada exigente con sus platos.Dijo la señora González, sin esperar a que Miguel contestara, suspiró y dijo: —Cocina muy bien, pero, también es jefe, probablemente no podrá aceptar el cambio de estatus por un corto tiempo.
Ser cocinero privado en la familia González equivalía a ser sirviente.
Axel tenía sus propias habilidades, era el jefe, no faltaba el dinero, y vino a ser chef privado para poner a prueba sus habilidades culinarias.
A la señora González le pareció natural que Axel no quisiera quedarse. Era una pena que, sólo tres días después de disfrutar de las deliciosas comidas de Axel, tuviera que cambiar de chef.
La señora González se había acostumbrado a los frecuentes cambios de cocinero en su familia.
—A Jason le encantó el desayuno de Axel. Las pastas son exquisitas, hechas para que parezcan todo tipo de animalitos, a Jason y a Morgan les encantaron.
Miguel no contestó hasta que la señorita González terminó de hablar: —Señora, no es lo q