Les dijo al chófer y al guardaespaldas: —Tío, mire mi premio.
El chófer y el guardaespaldas se rieron y le felicitaron.
Serenity sacó el celular e hizo videollamada a su hermana. Al poco rato, Liberty cogió la llamada y susurró: —Seren, te llamaré más tarde. Estoy hablando de negocios con un cliente.
—Vale, hermana, no pasa nada. Sonny ha recibido un premio y quiere contártelo.
Liberty respondió sonriendo: —Qué impresionante. Bueno, te llamaré más tarde.
—Hasta luego. —dijo Serenity a su hermana.
—Mamá, ponte a trabajar, tienes que ganar más dinero para pagar mis estudios. —dijo Sonny.
Liberty se rio y contestó: —Por supuesto, tienes que estudiar mucho y escuchar a tu tía. Si no, que te dé unos golpecitos en el culito con una percha.
Sonny dijo de inmediato: —¡Seré obediente!
Luego cogió la llamada, temeroso de que su madre le azotara con una percha a través de la pantalla.
De hecho, no le habían pegado con una percha.
Cuando cometía un error, su madre y su tía le reprendían oralmente