Chloe paró el coche, bajó la ventanilla como para asomar la cabeza y le preguntó: —¿Están listos los regalos para Sonny y el señor Lewis?
Gonzalo sonrió y contestó: —Todo listo. ¿Vas a conducir tú sola?
—¿Hay problema?
Gonzalo dijo: —Si vas a tomar unas copas, no creo que puedas conducir, así que es mejor que te lleve yo para que puedas beber con tranquilidad.
—Yo no beberé. Anoche bebí lo suficiente y creo que Liberty no beberá. Sonny es un niño y Duncan aún se está recuperando. Liberty definitivamente no le deja beber.
Al oír la respuesta de Chloe, Gonzalo no pudo decir nada más.
Chloe se superó el coche de Gonzalo y él se subió y condujo siguiéndole.
Media hora más tarde, llegaron al Hotel Viva.
Liberty y Sonny esperaban en el vestíbulo del hotel la llegada de Chloe.
Duncan no bajó debido a sus problemas de movilidad.
Chloe no sabía que Liberty ya estaba esperando. Aparcó el coche y esperó a que Gonzalo lo aparcara, luego se acercó y abrió de un tirón la puerta del coche para ver lo