—¿Me equivoco? ¿Cómo puedes hablar de negocios si no bebes? ¿No es usar tu belleza y cuerpo? Aunque Callum esté casado contigo, ¡quién sabe cuántos hombres tienes fuera!
—¿Quién dice que hay que beber para socializar y hablar de negocios?
Dalia aprovechó la oportunidad para replicar a Bella.
—Qué mente sucia tienes, ¿es que usas tu belleza y tu cuerpo para hablar de negocios y por eso crees que todo el mundo hace lo mismo que tú?
—¿Quién eres? —preguntó Bella.
Dalia respondió con una burla: «Quién soy no tiene nada que ver contigo, hablas con una boca tan sucia».
Le dio a Isabela la copa de vino que llevaba en la mano y le dijo: —Isabela, usa el vino para lavar una vez más esa boca sucia de la señorita Rivera.
Isabela cogió la copa y la salpicó hacia Bella sin pensárselo.
Ella dijo fríamente: —Todos ya oyeron que la señorita Rivera me insultó, me calumnió y me desacreditó. Yo nunca he hecho nada de eso.
—Ella inventó el rumor de que yo traicioné a mi marido y tengo derecho a reclamarle