Capítulo 2488
—Somos hermanas, pero nos llevamos como si fuéramos enemigas... Ahora, las tornas han cambiado, Dalia ya no está en el poder, y yo tengo la capacidad para vengarme de ella. Pero no me siento feliz, en vez de triste.

Callum sabía que Isabela había vivido una vida terrible con la familia de Marisol.

Pero Isabela casi no le hablaba del pasado. Lo que ella le contaba le hacía sentirse enfadado y con el corazón roto.

Al ver que Isabela sollozaba en silencio, la abrazó con el corazón dolorido y dejó que se apoyara en él.

—Isa, si estás triste, llora. Te hará sentir mejor.

"No todos los hermanos y hermanas se llevan bien, y no todos los padres quieren a sus hijos. Algunas personas no merecen ser padres, y no podemos elegirlos. Ante esos tipos despiadados, sólo podemos alejarnos."

Isabela quiso coger un pañuelo de papel.

Callum se apresuró a traerlo y le secó las lágrimas con delicadeza.

Isabela cogió el pañuelo y se secó sus lágrimas. Su voz era ronca pero hablaba con tono firme: —Todo eso ya
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