—Zack, ya estás aquí.

La abuela May oyó el alboroto y salió de la librería. Sonrió al acercarse y ver a su nieto saliendo del coche con las manos vacías, y susurró en voz baja: —¿Has venido de tal forma?

—¿Qué? Abuela, ¿qué debo hacer?

La abuela May no tenía nada que decirle a este nieto poco romántico.

A ella le costó unos meses de persuasión conseguir que Zachary aceptara casarse con Serenity, por lo tanto, él pudo poner fin a su vida de soltero, de lo contrario, con una personalidad como la suya, habría estado soltero hasta los cuarenta años.

—¿No sabes comprar flores ni regalos para Serenity?

—No los necesita ella, está lleno de flores en el balcón de la casa y puede disfrutar de ellas a todos los días.

La abuela May quería darle una patada, pero se contuvo.

Era su propio nieto, y le dolía a ella pegarle.

—Zachary, ya estás aquí.

Liberty salió con su hijo en brazos y saludó a su cuñado con una sonrisa.

Zachary la saludó cortésmente y vio que Sonny se acercaba a él, así que abrazó a