—¿Por qué hay tantas canastas de flores? ¿Quién las entregó todas?

Hank estaba un poco celoso.

Liberty era simplemente una mujer que él no quería, y acababa de abrir una pequeña cafetería con el dinero que le quitó. Cuando inauguró, las canastas de flores en la puerta resultaron ser una larga fila.

—No hay más espacio, así que me retiraré...

Hank quería decir que devolvieran la canasta de flores a la floristería, pero Agatha lo interrumpió de inmediato. Le quitó la canasta de flores, le lanzó una mirada dura a su hijo, sonrió y le dijo a Liberty:

—Te ayudo.

Salió con la canasta de flores y la colocó ocupando la posición de la canasta de flores enviada por Duncan. Si Zachary y su esposa no estuvieran en la tienda, a quien no debía provocar, Agatha quería romper la canasta de flores de Duncan y tirarla a la basura.

Liberty no quería tener conflictos con su exmarido y exsuegra el primer día de la apertura. Si Agatha y su hijo no hacían cosas excesivas, ella simplemente los ignoraban.

—Lib