Capítulo 98: El accidente.
Dentro del coche de Abril Phillips, la atmósfera era de pura desesperación.
La carretera, parecía un laberinto de luces parpadeantes que la desorientaban. El sonido de los motores rugía a su alrededor, pero para Abril, todo era un eco distante.
—¡No puedo! —gritó la mujer, su voz llena de terror mientras luchaba por mantener el control del volante.
Sus manos temblaban, y el sudor recorría su frente. Sentía que el coche se deslizaba, como si tuviera vida propia, desobedeciendo sus órdenes.
En el asiento trasero, su madre, doña Loretta, intentaba calmar a la pequeña Allison, que lloraba en su asiento de seguridad.
—¡Whaaaa!~
El llanto de la bebé se mezclaba con el ruido del tráfico.
—¡Abril, por favor! —exclamó Loretta, su voz temblando de ansiedad—. ¡Concéntrate! Tienes que controlar el coche.
Abril apretó los dientes, sintiendo que el pánico la consumía.
—¡No puedo! —respondió, su voz llena de desesperación mientras miraba por el espejo retrovisor, el rostro de su madre re