Capítulo 31: Soledad dolorosa.
✧✧✧ Un día más tarde. ✧✧✧
Era un día soleado en la mansión Robinson, y el reloj marcaba las 8 de la mañana cuando Emily Sinclair bajó las escaleras.
El sonido de sus tacones resonaba en el vestíbulo, y su cabello pelirrojo brillaba bajo la luz que se filtraba por las grandes ventanas. Pero a pesar de la belleza del día, su corazón latía inquieto, atrapado entre la ansiedad y el amargo recuerdo del día anterior, cuando fue echada de la oficina por su prometido.
Al entrar al salón comedor, sus ojos se encontraron con la figura de Franklin.
Estaba sentado a la mesa, su cabello negro rizado enmarcando un rostro que mostraba una frialdad que podría congelar a cualquiera que lo mirase.
Sus fríos ojos grises estaban fijos en un punto lejano, y su expresión era tan distante que Emily se sintió como una intrusa en la mansión.
A su lado, el pequeño Freddy, desayunaba con una sonrisa inocente sus frutas.
—Buenos días, Franklin… —saludó Emily, esforzándose por sonar cálida mientras su